OPPENHEIMER CUESTIONA:
En su artículo semanal del pasado 9/7/19, Andrés Oppenheimer criticó “El inexplicable “silencio” sobre Venezuela tras el informe de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, que según él es lo más devastador que se ha visto en materia de crímenes de Estado desde los días de las dictaduras militares sudamericanas de los años setenta…”.Entonces, ¿por qué tantos autoproclamados luchadores de los derechos humanos siguen guardando silencio sobre las miles de ejecuciones extrajudiciales en Venezuela?El informe de la ONU dice que ha habido al menos 6,856 muertes sospechosas de opositores durante operaciones de seguridad del gobierno venezolano en el período de 17 meses que terminó en mayo de 2019. Muchas de ellas fueron ejecuciones, según el informe.Esa cifra es más del doble del número de ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzadas durante la dictadura de 17 años, de 1973 a 1990, del dictador chileno Augusto Pinochet. Y también es comparable a las desapariciones forzadas durante períodos similares durante la dictadura de Argentina, de 1976 a 1983.Y, sin embargo, ¿dónde está la indignación de muchos de los autoproclamados defensores de los derechos humanos que han denunciado —con razón— las atrocidades de las juntas militares derechistas de los años 70?
Cuestiona el silencio de Andrés Manuel López Obrador de México, a Alberto Fernández y a Cristina Kirchner de Argentina, a Tabaré Vásquez y su antecesor José Mujica de Uruguay y a Dilma Rousseff y a Lula da Silva de Brasil, al autoproclamado socialista precandidato demócrata de EE.UU. Bernie Sanders. Cierra diciendo: “Tras el Informe Bachelet ya no hay excusa alguna para permanecer callados sobre Venezuela”.
DÓNDE ESTABAN?:
El canciller panameño, Alejandro Ferrer, reveló el pasado viernes que 16 militares venezolanos que participaron el pasado 30 de abril en un intento de alzamiento contra el Gobierno de Nicolás Maduro permanecían desde ese día en la Embajada de Panamá en Caracas en calidad de huéspedes. La situación se complicó por la respuesta del canciller venezolano, Arreaza, con una nota a la cancillería panameña donde denunciaba que los militares “continuaron en junio”, ya hospedados en la delegación diplomática, “en planificación y en actividades” contra Maduro. El jefe de la diplomacia panameña respondió así: “se trata de una situación delicada que requiere un manejo responsable”. Hasta hoy no hay avances. Siguen allí incómodos e incomodando al embajador y su equipo…?????