Bolivianos: “No tumbamos gobiernos, liberamos un pueblo en la fe”


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El exmandatario, escondido en una zona cocalera del centro del país, denuncia que la policía intenta detenerlo con una orden de aprehensión ilegal.

La Paz 11 NOV 2019 – 19:53 CET

Acorralados por las protestas en su contra y abandonados por las fuerzas armadas, la policía e incluso por sus más cercanos colaboradores, el presidente de Bolivia, Evo Morales, y el vicepresidente, Álvaro García Linera, renunciaron este domingo a sus cargos. El jefe del Ejército, Williams Kaliman, había pedido horas antes su dimisión: “Después de analizar la situación conflictiva interna, sugerimos al presidente del Estado que renuncie a su mandato presidencial, permitiendo la pacificación y el mantenimiento de la estabilidad por el bien de nuestra Bolivia”. El exmandatario, escondido en una zona cocalera del centro del país, ha denunciado la tarde del domingo que la policía sublevada intenta detenerlo con una orden de aprehensión ilegal. El país sudamericano se enfrenta a un vacío de poder, tras la dimisión de los presidentes de la Cámara de Diputados y del Senado.

 

“Es mi obligación como presidente indígena y de todos los bolivianos asegurar la paz social», comenzó su mensaje de dimisión el presidente boliviano. «Renuncio para que [Carlos] Mesa y [Luis Fernando] Camacho no sigan maltratando a los familiares de nuestros compañeros, no sigan atacando a los ministros y diputados, para que dejen de maltratar a los más humildes”, dijo Morales. “La lucha no termina aquí. Los humildes, los patriotas, vamos a continuar luchando por la igualdad y la paz. Espero que hayan entendido mi mensaje; Mesa y Camacho, no perjudiquen a los pobres, no le hagan daño al pueblo. Queremos que vuelva la paz social. Grupos oligárquicos conspiraron contra la democracia. Fue un golpe de Estado cívico y policial. Duele mucho lo que ha pasado”, expresó

Tras la renuncia, elementos no identificados pero acusados de ser seguidores del expresidente protagonizaron varios actos de vandalismo en El Alto y en algunos barrios de La Paz atacando comercios, fábricas y causaron un enorme incendio en un garaje de buses de la capital. Un grupo de encapuchados también tomó la embajada de Venezuela en Bolivia, según informa la agencia France Presse. La turba ha aprovechado la ausencia de la policía, que se sumó a las manifestaciones en contra del Gobierno desde el viernes.

El ambiente de caos y descontrol ha sido denunciado por Evo Morales en sus redes sociales. «Denuncio ante el mundo y el pueblo boliviano que un oficial de la policía anunció públicamente que tiene instrucción de ejecutar una orden de aprehensión ilegal en contra de mi persona; asimismo, grupos violentos asaltaron mi domicilio. Los golpistas destruyen el Estado de Derecho», escribió el exmandatario. Esta información ha sido desmentida por Vladimir Yuri Calderón, comandante nacional de la Policía, quien ha dicho que la orden de captura no existe y que se desconoce el paradero del expresidente.

Horas antes, al presentar su renuncia, el vicepresidente, Álvaro García Linera, hizo un recuento de los logros económicos y sociales del Gobierno durante casi 14 años de mandato. “Hemos levantado Bolivia. El 20 de octubre casi la mitad de los bolivianos votó por nosotros. Fuerzas extrañas y oscuras, desde ese momento, empezaron a conspirar. Quemaron instituciones y sedes sindicales. Formaron bandas paramilitares para intimidar a los campesinos, amenazaron a nuestros compañeros. Fue un golpe de Estado. Yo también renuncio. Siempre le he sido leal al presidente, estoy orgulloso de haber sido el vicepresidente de un indígena y lo acompañaré en las buenas y en las malas”, afirmó el político.

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