Gratitud: Sinónimo de Felicidad, Amor y Acción


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La capacidad de agradecer es uno de los dones más valiosos del ser humano. Un profundo sentimiento de gratitud es la fuente de toda felicidad. La felicidad y la ingratitud no pueden coexistir. Igualmente, la gratitud es sinónimo cercano del amor. Es imposible sentirse agradecido con quien resentimos, desestimamos o ignoramos. Sólo es posible sentirse agradecido con quien valoramos como persona y cuyas virtudes reconocemos.

Sin embargo, en la sociedad impaciente, ansiosa y egocéntrica de hoy, hemos logrado bloquear nuestra capacidad natural de agradecer, y la hemos reemplazado por una necesidad compulsiva de lograr más, tener más y controlar más. La decepción y el miedo a quedarnos atrás parecen ser el combustible de nuestras acciones diarias. Esto hace que sea prácticamente imposible sentir gratitud. Si queremos recuperar nuestra capacidad natural de amar y agradecer, debemos volver al origen etimológico de la palabra gratitud.

Etimología de gratitud

La palabra gratitud proviene de la raíz latina gratus, que significa «agradable; bien recibido; beneplácito». Esta raíz, adicionalmente, también dio origen a otras palabras relacionadas, tales como gratis, gratificación y gratuidad. Como podemos ver, la raíz latina gratus, al igual que todas sus palabras derivadas, definen conceptos positivos y deseados. Esto se debe a su raíz indoeuropea gwere, que significa «adorar; entrar en contacto con lo Divino».

La palabra gratitud, desde su raíz, nos recuerda nuestra capacidad de entrar en contacto con lo Divino, tanto dentro como fuera de nosotros. En este sentido, sentirse agradecido es sinónimo de estar bendito. La gratitud nos permite ver el lado positivo de toda persona y circunstancia, y así ser testigos de la existencia de Dios, o lo Divino, en nuestras vidas. La gratitud es el antídoto para el sufrimiento.

Acción de gracias

Cada año, el cuarto jueves del mes de noviembre, los estadounidenses celebran el día de Acción de Gracias. Este día sirve para recordar cómo los conquistadores ingleses y los indígenas norteamericanos se reunieron para celebrar la primera cosecha exitosa de maíz de los colonos. El espíritu de esta fiesta ha crecido profundamente en los corazones de los estadounidenses, al igual que millones de personas en todo el mundo. Las celebraciones de Acción de Gracias, de hecho, son comunes en todas las culturas de la humanidad. Es nuestra manera de reconocer las bendiciones, privilegios y bienaventuranzas con las que contamos en nuestras vidas.

A medida que continuamos esforzándonos para lograr el éxito en estos tiempos modernos, no perdamos nuestra capacidad de agradecer. No seamos víctimas de la decepción, la angustia y las comparaciones sin sentido, que muchas veces nos impiden ver las bendiciones con las que contamos. Cultivemos nuestra capacidad de reconocer la presencia de lo Divino  en nuestra vida diaria.

La diferencia entre la gratitud y el conformismo

Finalmente, no confundamos la gratitud con el conformismo. La gratitud nos ofrece claridad, compostura y perspectiva para seguir adelante con paso firme, pero sin desesperación. El conformismo, por el contrario, nos nubla el entendimiento y nos extirpa las ganas de seguir adelante. Saber distinguir entre la gratitud y el conformismo marca la diferencia entre luchar con entusiasmo y rendirse con tristeza.

La gratitud, dado que se alimenta de nuestras fortalezas y logros, nos permite reconocer nuestras debilidades con facilidad y atenderlas con rapidez para corregir el camino. El conformismo, dado que se alimenta de la falta de aliento, nos impide ver tanto nuestras fortalezas como nuestras debilidades, ya que ambas son irrelevantes cuando no hay ganas de luchar. Seamos entonces agradecidos, pero nunca conformistas.

Gracias por leer este artículo. Espero que lo hayas disfrutado.

¿Qué opinas?

¿Qué te causa mayor gratitud en tu vida? ¿Cuáles son los pensamientos y emociones que más te dificultan sentir gratitud? ¿Qué le sugerirías a alguien que se siente atrapado en un círculo vicioso de frustración e ingratitud que le impide actuar con claridad y entusiasmo?

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Luis Romero.

4 Comentarios

  1. La gratitud es mucho más que una emoción, puesto que puede ser también una tendencia a ver lo bueno que nos trae la vida. Para estar agradecidos por algo, primero tenemos que darnos cuenta de que lo tenemos y es importante. Pero a menudo damos por sentado las cosas buenas que tenemos y nos centramos más en las que no tenemos o en las cosas malas que hay en nuestras vidas y lo mucho que deseamos librarnos de ellas.

  2. La segunda amenaza para nuestra felicidad es la falta de agradecimiento que endurece nuestro corazón. Nos acostumbramos a las bendiciones que diariamente recibimos como la vida, la capacidad de trabajar y la familia, por lo que nos concentramos en lo negativo, lo que no tenemos, lo que nos hace falta. Y actuar de este forma es demostrar que lo malo tiene más poder sobre nosotros que lo bueno. Reaccionamos con más fuerza ante una tragedia que ante una alegría. Si tenemos salud, no nos preocupamos por cuidarla hasta que nos enfermamos, cuando deberíamos agradecerla y hacer lo necesario por mantenerla siempre. Te invito a que redactes un listado de todo lo bueno que Dios te ha regalado y le agradezcas de corazón. Si valoras lo que tienes, vivirás agradecido y serás feliz.

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